2.3. Aprende a priorizar gastos
2.3.2. ¿Cómo puedes reducir gastos?
En el apartado sobre el presupuesto, has visto que una vez realizado el presupuesto se pueden dar tres situaciones: los gastos pueden ser superiores, iguales o inferiores a tus ingresos.
Eso determina en buena parte tu situación económica. En todos los casos, es recomendable que te acostumbres a evaluar de forma crítica tus gastos, que valores siempre su necesidad y que no gastes solo porque te lo puedes permitir.
Cuando gastas más de lo que ingresas es necesario poner el foco en los gastos y buscar la manera de reducirlos. ¿Cómo puedes hacerlo?
- Márcate un objetivo: el primer paso es fijar la cantidad que quieres reducir. No importa tanto el importe como el hecho de marcarte un objetivo. Por ejemplo: te puedes proponer como objetivo gastar un 10 % menos cada mes, o puedes reducir 20 euros tu gasto mensual.
- Establece criterios que te permitan priorizar los gastos: el segundo paso es identificar qué gastos puedes reducir. Como es lógico, empezarás por la parte superior de la pirámide, donde se encuentran los gastos prescindibles, sin em- bargo, piensa en lo que es importante para ti. Quizás hay gastos prescindibles de los que no quieres prescindir, y puedes encontrar maneras de reducir gastos obligatorios necesarios. Por ejemplo: puedes reducir 20 euros el gasto mensual dejando de ir a la peluquería, pero estaría mucho mejor conseguirlo con una rebaja de 20 euros de la factura del teléfono.
- Reduce gastos prescindibles: céntrate sobre todo en los gastos superfluos que no contribuyen a tu bienestar, y que en muchas ocasiones son una suma de pequeños gastos cotidianos que vamos haciendo sin darnos cuenta, pero que a fin de mes suponen bastante dinero. Por ejemplo: puedes ahorrar fácilmente 20 euros cada mes si desayunas en casa en lugar de en el bar.
- Reduce gastos ocasionales: si tienes que ajustar tu economía, piensa en reducir los gastos puntuales no obligatorios. Eso te puede permitir ahorrar sin tener que recortar gastos esenciales. Por ejemplo: puedes reducir el gasto en vacaciones y regalos.
- Reduce gastos variables necesarios: aunque son necesarios, este tipo de gastos permiten bastante margen de maniobra a la hora de ahorrar. Por ejemplo: cambiar de compañía de teléfono, reducir el gasto en ropa, hacer la compra en un supermercado más económico o cambiar el transporte privado por el público.
- Reduce gastos fijos obligatorios: estos son los gastos más difíciles de ajustar, y también los que se dejan para casos extremos. Por ejemplo: cambiar de piso para conseguir un alquiler más barato.
- Evita endeudarte para cubrir gastos habituales: finalmente, es importante no recurrir al crédito para evitar reducir gastos. A la larga, el problema no se habrá solucionado y podemos caer en una situación de sobreendeudamiento cada vez más difícil de superar. Hay que recordar también que los préstamos son gastos fijos obligatorios, se encuentran en la base de la pirámide, y dejar de pagarlos puede generar muchos problemas. Por ejemplo: endeudarte con la tarjeta de crédito para comprar ropa o aparatos electrónicos.
Algunos consejos para gastar menos:
- No compres cosas que no necesitas.
- Ves al supermercado (y a todas partes) con una lista de la compra.
- Procura hacer las compras habituales pagando en efectivo o con tarjeta de débito.
- No hagas compras a plazos que no sean realmente imprescindibles, aunque te digan que no pagarás intereses.
- Bebe agua del grifo (te hace ahorrar dinero y reduces el consumo de plástico).
- Desayuna en casa.
- Prepara una fiambrera para las comidas.
- Controla los gastos de las fiestas familiares (comidas, bebidas y regalos).
- Vigila con las compras por internet.
- Compara precios de todo antes de comprar (suministros, teléfono, alimentación y bebidas, ropa, aparatos tecnológicos, electrodomésticos…).
Idea
Acostúmbrate a tener un presupuesto para tus gastos, y no gastes más de lo previsto. Pon un límite a los gastos que no hayas planificado.
Ejercicio 5. Clasificamos los gastos
Cuando haces un presupuesto, es importante tener claros los criterios para ordenar los gastos. Este es un paso imprescindible antes de tomar decisiones de ahorro. A continuación clasificarás los gastos de una familia según su obligatoriedad y también reflexionarás sobre su importancia. A veces hay gastos no obligatorios que pueden ser muy importantes para nosotros.